Región: Norte de África
Zona horaria: UTC+01:00
Idioma: Árabe, francés, español e inglés
Moneda: Dirham marroquí (درهم, MAD)
Visado: No (90 días). Al llegar al aeropuerto hay que rellenar un impreso con datos personales el lugar donde estarás alojado y motivo viaje.
Sentido de circulación: derecho
Cuándo ir: de Septiembre a Junio
Cómo llegar: En avión hasta el Aeropuerto de Marrakech-Menara
¿Por qué viajar a Marrakech durante 4 días?
Viajar a Marrakech, es conocer una antigua ciudad imperial y una de las ciudades más populares para los turistas en Marruecos. A pie de la sierra del Atlas, es apodada “La ciudad Roja”, por el rojizo de su tierra y edificios.
Es el hogar de hermosas mezquitas, palacios y jardines, así como la famosa plaza Jemaa el-Fnaa y sus zocos. Con un montón de cosas por ver, tanto en la parte medieval como moderna, Marrakech es una ciudad cautivadora.
También famosa por sus mercados y festivales que te van a descubrir un sin fin de colores, sabores y olores que se respiran en su atmósfera.
¿A qué esperas a visitar a uno de los centros culturales más seductoras de todo Marruecos?
Perderse en La Medina y el Souk de Marrakech
Si quieres tener una experiencia completa en Marrakech, entonces es en la Medina donde debes pasar la mayor parte del tiempo. Permanece rodeada por 90 km kilómetros de murallas atravesada por diez puertas para entrar y salir.
Declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, se caracteriza por sus calles bulliciosas, la circulación a gran velocidad de motos, antiguas mezquitas, madrasas y palacios.
Como en toda Medina, encontraremos numerosos zocos y plazas donde vas a tener la oportunidad de descubrir maravillosas tiendas de artesanía.
El zoco se extiende desde el norte de la Plaza de Jamaa el Fna y ocupa decenas de laberínticas calles de la Medina. En él podréis encontrar alfombras, artículos de piel, especias, comida, artesanía y productos típicos. Más bien se agrupan artesanos por gremios; tintoreros, cesteros y ferreteros son algunos de los oficios que se dan cita.
Así que relájate, explora y descubre algunos tesoros locales. Regatea con alguno de sus mil comerciantes locales y vete con un recuerdo para tu viaje. Aunque es cierto que algunas de sus propuestas son fijas, otras muchas cambian con una rapidez vertiginosa. No olvides que en la mayoría de tiendas vas a tener que pagar en efectivo.
Visita las Tumbas Saadíes y el Palacio El Badi
Las tumbas Saadíes fueron creadas para ser el lugar de descanso final para muchos de los gobernantes y miembros de la dinastía Saadi. Rica en historia, las tumbas fueron re-descubiertas en 1917 después de haber sido selladas durante siglos. Magníficamente decorado con azulejos brillantes y caligrafía árabe, el sultan Ahmed el-Mansour no escatimó gastos en su tumba, lo que lo convierte en un hermoso lugar.
Ubicadas a las afueras de la Medina, las tumbas son fáciles de alcanzar. Cuidadosamente restauradas y bien conservadas, ahora son una de las cosas más populares que ver al viajar a Marrakech. Abiertas todos los días de la semana de 9-18h, se aconseja huir de las horas puntas para evitar largar colas.
Muy cerca de las tumbas se encuentra el Palacio El Badi, un conjunto arquitectónico construido a finales del siglo XVI. Fue encargado por el sultán saadí Ahmed al-Mansour, para celebrar la victoria sobre el ejército portugués en la batalla de los Reyes Magos en 1578.
Fue construido con algunos de los materiales más caros de la época, como el oro y el ónix. Actualmente es una atracción turística popular en forma de gran explanada de jardines tallados, plantados con naranjos y rodeados de altos muros. Abierto al público todos los días de 9 a 17h.
La Plaza Jemma el-Fna
Seguramente, más que cualquier otro lugar en Marrakech, la Plaza Jemma el-Fna es el corazón cultural de la ciudad.
Un espacio multifuncional: comidas al aire libre, zumos de frutas naturales y numerosos actos fascinantes (aunque algo extravagantes) como pintura de henna, adivinación y encantadores de serpientes.
Fue el lugar de ejecuciones públicas alrededor del año 1050 dC, de ahí su nombre, que significa "asamblea de los muertos". Con siglos de antigüedad, la plaza es una parada obligatoria tanto de día como de noche.
Alrededor de las 18h, la plaza comienza a transformarse en un gran patio de comidas y bebidas al aire libre. ¡Ten paciencia ya que los vendedores competirán por tu atención!
Mezquita Koutoubia
Es sin duda la mezquita más importante, grande y conocida de Marrakech. Se sitúa al final de la plaza Jemma el-Fna y para llegar a ella vas a tener que cruzarte con muchas carrozas y sus amos ofreciéndote sus servicios.
Disfruta de la llamada a la oración cinco veces al día, que viene de la parte superior desde el minarete de la Mezquita Koutoubia.
Pero la mezquita no solo es un centro espiritual, sino un punto de referencia para la arquitectura internacional. La torre de 70m de altura del siglo XII es el prototipo de La Giralda de Sevilla y Le Tour Hassan de Rabat. Es un monumento repleto de adornos árabes: arcos de piedra de lata festoneada y proporciones matemáticas agradables.
Palacio de la Bahía
El Palacio de Bahía, que significa brillantez en árabe, es quizás uno de los sitios históricos mejor conservados de la ciudad. Se encuentra en el extremo sur de la Medina y fue construido entre 1866 y 1867 por encargo del poderoso Ahmed Ben Moussa.
El antiguo palacio cuenta con 150 habitaciones, riads y patios y es una obra de arte merecedora de ver. Una mezcla de arquitectura andaluza y árabe. El aire en sus patios es fresco y dulce, por la fragancia de las flores y los naranjos que residen en ellos.
Por esto mismo, no es sorprendente que Bahía Palace se haya vuelto interesante para la industria cinematográfica. El complejo se ha utilizado como escenario para películas como Lawrence of Arabia (1962). También ha sido catalogado como "Patrimonio de la Humanidad" por la UNESCO.
Jardins Majorelle
Uno de los lugares más populares de la ciudad es el Jardín Majorelle. Una creación del pintor francés Jacques Majorelle, quien pasó 40 años inyectando su pasión y creatividad en este jardín mágico.
Con encantadoras callejuelas, arroyos tranquilos y más de 300 especies de plantas exóticas. Este espacio verde es perfecto para aquellos que necesitan un descanso del bullicio de la ciudad. Sus puertas abren de 8 a 17.30h, pero lo ideal es llegar lo más temprano posible para evitar colas interminables. Aprovecha también para tirar buenas fotografías sin masas de gente.
Excursión a Ait Ben Hadu y Uarzazat
Un imprescindible, sino dispones del suficiente tiempo como para quedarte a dormir en el desierto, es visitar Ait Ben Hadu. Se encuentra a unos 190km de Marrakech y es el ksar más icónico de Marruecos.
El recorrido se divide en tres partes: la primera parada en la parte superior del atlas, la segunda parada con comida incluida en Ait Ben Hadu y la tercera parada es Uarzazat. Podrás contratarlo en tu mismo hotel o riad por unos 30-40€.
Cruzar el Atlas
Atravesaras la cordillera del atlas por encima de los 2.000m de altura por el puerto de Tichka. Primera parada de la excursión donde podrás contemplar la magnitud de esta cordillera. Durante todo el trayecto además disfrutaras de las vistas de pueblos bereberes con sus casas tradicionales.
Ait Ben Haddou
Seguidamente llegaréis al Ksar fortificado de Ait Ben Haddou y descubriréis el encanto de sus impresionantes Kasbahs. Aquí se rodaron películas como Cleopatra, Alibaba o Indiana Jones, entre otras muchas.
Para llegar a ella hay que cruzar el río Ounila mediante un puente o lo más divertido, cruzar sobre sacos de tierras (excepto en invierno). Rodeada de cultivos, palmeras y árboles frutales que contrasta con el paisaje árido y rocoso del camino. Su estampa es impresionante.
Está rodeada por una muralla y cuenta con un barrio popular, un barrio aristocrático en la parte baja con casas ricamente decoradas y un barrio judío muy deteriorado en la parte alta diestra.
Sus aires tradicionales siguen muy latentes, pues podrás comprobar como sigue viviendo la gente ahí y comprar artesanía hecha por locales.
Uarzazate (Ouarzazate)
Finalmente continuaréis hacia Uarzazate, puerta del desierto y conocida como la ciudad silenciosa. De esta forma culminará esta bonita escapada antes de volver a Marrakech.
Su gastronomía es muy rica con platos típicos como Cuscus y Tajines (guiso de carne o pescado acompañado verduras) y por sus dulces y tes.
Tómate un zumo de naranja callejero en la Plaza Jemaa el Fna o cena en plan informal en alguno de sus puestos callejeros.
Es una ciudad muy acogedora para el visitante y gran parte de esta sensación la crean sus habitantes. La gente es muy atenta y amigable, pero no te dejes engañar por su picaresca.
No te pierdas el Barrio de los curtidores, con cientos de tanques llenos de líquidos residuales para curar pieles de animales. Una imagen muy pintoresca y medieval.
Si buscas un lugar especial, con un marcado color local y buenos estándares de servicio no dudes en hospedarte en un Riad.
Hasta aquí mi primera experiencia en viajar a Marrakesh por libre, una de las ciudades más importantes de Marruecos. Un destino mágico al sur del país, al pie del Atlas en el que millones de cosas te quedan por descubrir.
No dudes en consultar mis recomendaciones en cuanto a dudas de vacunas y visado se refiere.