Región: Europa Central
Idioma: Alemán
Moneda: Euro (€, EUR)
Enchufe: C y F
Sentido de circulación: derecho
Cuándo ir: Todo el año, evitando los meses más fríos de invierno.
Cómo llegar: En avión hasta el Aeropuerto de Viena-Schwechat o desde el Aeropuerto de Bratislava-Milan Rastislav Štefánik y luego cogiendo un autobús hasta Viena (1h y media de duración).
Viajar a Viena en 3 días significa visitar la capital de la música y una de las ciudades más verdes del mundo. Famosa por sus cafés tradicionales, impresionantes palacios, y su rica historia y cultura, Viena puede considerarse como uno de los destinos turísticos más populares de Europa.
En este artículo, os cuento las recomendaciones más importantes sobre qué ver si vas a viajar a Viena en 3 días por libre. ¡Seguid leyendo!
Día 1
Si llegais a Viena el viernes por la mañana, tendréis el tiempo suficiente para disfrutar de algunos de los mejores lugares del centro de la ciudad.
El mejor punto de partida para conocer Viena es acercarse hasta la parada de metro Stephansplatz; una vez allí, podrás visitar la Catedral de San Esteban, el símbolo religioso más importante de la ciudad. No dudéis en entrar y contemplar su belleza, y también subir con ascensor a una de sus torres para contemplar de cerca sus azulejos.
Una vez fuera de la catedral, tomad la calle que va hacia la izquierda (Kärntner Strasse) que os llevará hasta la conocidísima Ópera Estatal de Viena. Aprovechad para visitarla por dentro - es importante reserva la entrada con antelación en su página web oficial, pues la visita es de 45min entre las 13:00 y las 15:00.
Al terminar, probablemente sea una buena hora para tomar un café antes de cenar. Volviendo hasta la zona de la catedral, podréis encontrar diferentes cafeterías.
La tradición de las Kaffeehaus es obra de los turcos. Cuando huyeron de Viena en 1683, dejaron muchísimos granos de café en la ciudad que se aprovecharon creando estos locales. Si quieres sentir ese ambiente, visita el Café Central o el Café Sacher Wien.
En esta misma zona encontrarés restaurantes en los que se sirven los consistentes platos típicos vieneses. Y aquí finaliza el itinerario del primer día, ¡pues mañana será un día cansado!
Día 2
El itinerario del sábado debería comenzar sobre las 9 de la mañana en la parada de metro Herrengasse. Desde allí podréis llegar en pocos minutos hasta el Palacio Hofburg, el que fuera lugar de residencia de la familia Habsburgo durante más de 600 años. La visita al Hofburg es una forma de adentrarse en la interesante historia de Viena de un modo lúdico.
Podéis escoger la opción barata y solo contemplar sus palacios y edificios imperiales o pagar por el recorrido que incluye el Museo Sisi, además de los apartamentos imperiales que compartió con el emperador Francisco José.
Tomando los tranvías 1 y 2 podréis recorrer la Ringstrasse, una gran avenida circular en la que se ubican gran parte de los edificios más importantes de la ciudad, como son el Ayuntamiento, la Bolsa, el Parlamento y el Teatro Burgtheater.
Para terminar el día de un modo relajado, si el tiempo acompaña, nada mejor que disfrutar del ambiente animado del Parque Prater.
Es el parque de atracciones más antiguo del mundo en el que podréis subir en la noria gigante, que lleva funcionando desde 1897. En el mismo parque hay varios sitios entre los que elegir si os decidís a cenar allí mismo.
Día 3: Palacio Schönbrunn
El día comienza lo más pronto posible para poder visitar el Palacio Schönbrunn, antigua residencia de verano de los Habsburgo.
Para ello, lo mejor es reservar la visita en un horario concreto - en mi caso escogí el pase clásico, que incluye 5 atracciones: el Palacio de Schönbrunn, el Jardín Privado, el Jardín del Invernadero, el Laberinto y Glorieta.
Dicen que construyeron la Gloriette para que la emperatriz tuviera algo bonito que ver desde las ventanas de su palacio.
Además, su ubicación ofrece unas vistas espectaculares del complejo de Schönbrunn y de la ciudad en general.
Finalizo aquí mi artículo sobre qué ver al viajar a Viena en 3 días: el itinerario definitivo con todo lo que necesitas saber para explorar esta ciudad. Es casi imposible no enamorarse de Viena y su ambiente limpio y tranquilo. ¿Te lo vas a perder?
La Biblioteca Nacional Austriaca es una de las bibliotecas históricas más bonitas del mundo.
Acercaros a los bloques de viviendas denominados Hundertwasserhaus, unos edificios de colores y formas fantasiosas, muy lejos de las normas y clichés.