Región: Sudeste Asiático
Zona horaria: UTC+07:00
Idioma: tailandés (y algo de inglés)
Moneda: Baht tailandés (฿, THB)
Visado: No (30 días)
Enchufe: A
Sentido de circulación: izquierdo
Cuándo ir: de noviembre a abril
Cómo llegar: hasta Bangkok en avión o por carretera como en tren desde Kuala Lumpur en Malasia o Siem Reap en Camboya.
¿Por qué viajar a Tailandia?
En este post vas a descubrir qué ver Tailandia, uno de los países más populares del Sudeste Asiático. Su cultura y su gente encantadora, sus playas de ensueño, sus animales y ruinas, hacen que sea el destino de moda.
Formaba parte del antiguo reino de Siam con su capital Ayutthaya, que cayó en manos de Birmania en 1767. Tras el esplendor de la imperial Ayutthaya nació oficialmente Tailandia en 1932, y su nueva capital pasó a ser Bangkok, corriendo al ritmo de los Tuk Tuk.
No se necesita mucho presupuesto para recorrer durante 15 días sus mayores bellezas, así que sigue leyendo para conocer qué ver en Tailandia. ¡No te lo puedes perder!
Bangkok, la aldea de la ciruela silvestre
Capital del país a la que le puedes dedicar 2/3 días perfectamente. Enorme. Repleta de templos budistas y mercados nocturnos (se aguanta mejor la humedad). Calurosa. Ruidosa y con distintos olores. Muy transitada y en la que te tienes que mover en transporte público (Skytrain, MRT) o las variedades de taxi que hay (tuk-tuk, taxi-moto, etc), todas ellas bastante baratas.
Día 1
Puedes empezar temprano por el majestuoso Gran Palacio Real desde el que se acede por la calle Na Phra Lan Rd. Seguidamente continuar con los tres templos: El Wat Phra Kaew, monasterio más antiguo y más grande de Bangkok que data del siglo XVI y en su interior contiene el Buda de Esmeralda, hecha con jade verde (no de esmeralda) con una altura aproximada de unos 45 cm. Además, el Wat Pho, con la magnífica representación dorada de Buda acostado de 46m de longitud y 15m de altura. Asimismo, el Wat Arun (Templo del Amanecer) está en el otro lado del río y subir arriba vale la pena por las vistas. Esta torre de 86m de altura construida según la tradición en forma de un dedo, está decorada con trozos de azulejos y porcelana de colores y contiene los restos mortales del rey Rama II.
Al acabar y por la tarde puedes aprovechar para pasearte por los canales del río Chao Phraya con el barco-autobús. Cuesta entre 15-30฿ y bajarte por ejemplo en Chinatown (parada N5), darse unas vueltas por sus calles y ver el Wat Traimit (famoso buda de oro) que se encuentra en Yaowarat (de 8am-5pm). Puedes aprovechar para cenar comida callejera en todo el barrio.
Para finalizar, Khao San Road y sus alrededores son el gueto turístico de la ciudad. Tres o cuatro calles repletas de restaurantes, puestos de masajes, tiendas de tatuajes y ropa e insectos fritos. ¿Te atreves a probarlos?
Si te quedan más ganas de ver el bullicio de la vida nocturna es cuestión de descubrir las calles rojas de Soi Cowboy y Nana Plaza.
Día 2
A pesar de su lejanía del centro de la ciudad, al día siguiente puedes ver un mercado de día como es el Chatuchak Market, justo al lado del parque con su mismo nombre. Uno de los mercados más grandes de Asia, con 15.000 puestos y está abierto los fines de semana hasta las 18h. Se puede llegar en Skytrain hasta la parada de MO CHIT o en metro hasta la parada de Chatuchak.
Si vas en domingo, puedes acercarte en taxi por unos 10฿ (0,25€) a los estudios del Channel 7 a ver combates de Muay thai, el deporte nacional tailandés por excelencia. Se pueden ver de manera gratuita unos 4 combates y empiezan a las 13:45h. Si no vas en domingo y estás dispuesto a pagar (de 1000 a 2000฿ (25-50€)) por ver este deporte puedes ir al Lumphini Stadium los martes, viernes y sábados a las 18h o Rachadamnoen Stadium los lunes, miércoles y jueves a las 18 y los domingos a las 17h.
Por la tarde dirigirse a uno de los monumentos más llamativos como es el Columpio Gigante rojo frente al precioso templo Wat Suthat y volverse a desplazar a la zona de Silom, conocida por su vida nocturna. Antes de cenar puedes visitar el Mercado nocturno de Patpong, el más conocido y animado al aire libre. Aprovechando la zona puedes cenar en alguno de los mejores bares/restaurantes con vistas a la ciudad: el Sirocco (planta 63 del Hotel Lebua conocido por la famosa película Resacón en las Vegas), el Vertigo Bar (planta 61 del Hotel Banyan Tree con vistas impresionantes del Parque Lumphini) o el Above Eleven (planta 33 del edificio Frasier Suites con un restaurante Peruano-Nikkei).
Día 3
Si aún te sobra un día en la ciudad, puedes hacer compras ‘made in China’ en el centro comercial MBK, más famosos y en el que es posible regatear, Central World más grande del sudeste asiático y Siam Paragon más lujoso de Tailandia. O precisamente huir del caos de la ciudad y pasearse por Lumphini Park o Benchasiri Park.
Ayutthaya y el Gran Buda de Tailandia
Ayutthaya, fue la antigua capital imperial de Tailandia entre los años 1350 y 1767. Situada a unos 80km de Bangkok, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por sus palacios, templos budistas, monasterios y estatuas. Las ruinas están repartidas por toda la ciudad y la mayoría son gratuitas, excepto las más importantes que cuestan unos 50฿ (1,3€).
A nivel de templos hay el Wat Chaiwattanaram, construido en 1630 por el rey de la época en honor a su madre, Wat Lokayasutha que destaca por la figura del Buda reclinado, el Phra Mongkhon Bophit en el que en su interior se encuentra una de las figuras de Buda en bronce más grandes de Tailandia y Wat Maha That, en el que está la fotogénica cabeza de Buda rodeada por las raíces de un árbol.
Además hay que visitar el Palacio Real y el Wat Phra Si Sanphet, antigua capilla de los soberanos de Ayutthaya.
A tan solo 45min se puede alucinar con el Gran Buda de Tailandia aposentado en el monasterio de Wat Muang en el distrito de Wiset Chai Chan. La estatua, pintado de oro y hecha de cemento, se eleva 92m de altura y 63m de ancho (se ve de lejos) y se terminó en 2008.
Un poco de jungla
El Parque Nacional de Khao Yai está a solo 3 horas de Bangkok y es un buen destino para hacer excursiones por la jungla visitando cascadas como la de Haew SuWat (por grabarse ahí varias escenas de la película “La Playa” de Leo DiCaprio) y buscando monos, elefantes, murciélagos, ciervos, serpientes y otros muchos animales.
El parque es grandioso así que hay una carretera que circula por él, por eso es recomendable tener vehículo para moverse. Se pueden hacer excursiones y no olvides pantalones largos y botas de montaña por si te cruzas con sanguijuelas. La entrada al parque cuesta 400฿ y se puede dormir en él o en sus alrededores disfrutando de su estado más puro.
Chiang Mai, la ciudad más grande y cultural del norte
Lo ideal es llegar hasta ella en avión desde Bangkok, ya que se tarda 1h y los vuelos son muy baratos (si dispones de más tiempo también se puede llegar en tren nocturno o en bus).
Conocida como "La Rosa del Norte", es para muchos una de las zonas más bonitas de Tailandia por la naturaleza de sus alrededores, donde se encuentran algunas de las montañas más altas del país y en la que se necesita más de un día para visitarlo todo.
A nivel cultural hay que descubrir la zona antigua de Chiang Mai y el templo Wat Phra Singh, más famoso de la ciudad construido en 1345, y el Wat Chedi Luang.
En cuanto a la zona más natural, hay que conocer el Parque Nacional de Doi Inthanon con sus magníficos templos y cascadas impresionantes, que puedes visitar de manera organizada o en transporte público (autobuses o songtews) o privado (alquilando motos o coches). La entrada cuesta 300฿ (8€) y está a 8km del pueblo Chom Thong y a 65km de Chiang Mai.
Además, no te olvides de subir a las montañas sagradas de Doi Suthep (1676 m), para ver el templo Wat Phra That Doi Suthep (más reverenciado de la provincia) y de Doi Pui (1685 m), con una aldea de la tribu hmon (vigilad no confundirla con el pueblo turístico de Ban Doi Pui).
Aunque yo no soy muy partidaria de estas cosas, en Chiang Mai tienes la oportunidad de montar en elefante y ver tigres de bengala en su safari.
Aprovechando que estás en el norte y a menos de 3h de distancia, se encuentra el también conocido Chiang Rai, famoso por su templo no convencional budista e hinduista de color blanco llamado Wat Rong Khun, que en su momento albergó el Buda de esmeralda.
El paraíso de sus islas
Dependiendo la época a la que vayas y si no quieres estar pasado por agua todos los días, a nivel de playas es mejor ver la costa oeste de Phuket, Phi Phi Lee, y Krabi o la costa este con islas como Ko Samui, Ko Pha Ngan o Ko Tao, todas ellas con su particular encanto.
En mi caso, al viajar en agosto, las elegidas fueron las 3 islas del Golfo de Tailandia, accesibles con vuelos baratos desde Bangkok y muy bien comunicadas por ferrys.
Ko Samui
La isla más grande de las tres y para mí, la más turística y con menos encanto. Aún y así, vale la pena visitar alguna de sus playas del este y sudeste como BoPhut y Chaweng Beach, algunas de sus cascadas para pegarse un chapuzón fresco como la Nam Tok Muang, visitar algunos templos como el Wat Laem Sor o Wat Plai Laem, o las conocidas "rocas genitales", al sur de la playa Lamai.
En cuanto a oferta de restaurantes, BoPhut es uno de los pueblos más importantes y en el que si quieres variar de tanto Pad thai y picante puedes ir a cenar a Tapas Barcelona, donde su dueño Oscar te va a ofrecer una excelente carta a lo mediterráneo.
Ko Phangan
La segunda isla mayor es Ko Phangan, con más encanto y tranquilidad. Las playas más tranquilas se encuentran en el norte y este como Mae haad o Haad yao mientras que en el sur hay más ambiente con la playa Haad Rin, conocida por su Full Moon Party que se organiza una vez al mes (pero en realidad cada noche te puedes encontrar fiesta).
En la isla hay además atractivos para visitar como es el templo budista de estilo chino, que se erige entre las colinas y encierra representaciones chinas de Buda.
O una excursión al Mu Ko Ang Thong National Park por unos 2000฿ (50€), formada por sus 42 islas en las que podrás ir en kayak, visitar su lago Esmeralda o subir a uno de los miradores de una de las islas habitadas y ver desde ahí el esplendor de sus vistas.
Ko Tao
Y finalmente la tercera y más pequeña isla, Ko Tao, conocida como uno de los principales puntos de buceo del mundo por sus arrecifes de coral tropicales. Es una isla mágica y pequeña y repleta de escuelas de submarinismo donde participar en algún curso de buceo. Además, en el sureste de la isla hay la fabulosa zona de Shark Bay, donde se puede practicar freediving con tiburones punta negra y tortugas verdes.
Sin olvidarnos de sus maravillosas puestas de sol.
Es un pueblo tan cortés, que no pisan el dinero porque muestra la cara del rey.
Tiene una comida muy rica y variada, siendo el Pad thai y Nám tok, alguno de sus platos más conocidos.
Es muy fácil ver a mucha gente subida en una moto y sin casco.
Regatear es uno de los deportes más habituales para los turistas.
Considerado uno de los países más abiertos y tolerantes del mundo en cuanto a la condición sexual de cada individuo, existiendo un tercer sexo llamado “ladyboys”.
Existe un proverbio tailandés que dice “Sanuk, Sabai, Saduak” (sé feliz, permanece sereno, conténtate con aquello que la vida te ofrece).
Es uno de los paraísos para los amantes de los masajes.