Región: Europa Oriental y Asia del Norte
Zona horaria: UTC+03.00
Idioma: Ruso (muy poco inglés)
Moneda: Rublo ruso (₽, RUB)
Visado: Si (30 días)
Enchufe: C/F
Sentido de circulación: derecho
Cuándo ir: entre abril y octubre
Cómo llegar: en avión hasta alguno de los dos aeropuertos de la ciudad
¿Qué ver en Moscú durante 3 días?
Qué ver en Moscú: Matrioshka (muñecas rusas), mucho caviar y buena comida, un Shapka por si hace mucho frío y el Vodka que no falte. Moscú es la capital del país más grande del mundo y una de las capitales más grandes de Europa. Presidida por una mayoría religiosa ortodoxa que brilla en sus múltiples catedrales y basílicas, con una elaborada combinación de barroco ruso con estilo gótico.
¿Quién no ha escuchado algo del recinto amurallado Kremlin? Uno de los lugares con más secretos del mundo, donde se toman decisiones que han cambiado el curso de la historia de la humanidad. Acompañado de la Plaza Roja, frente al río Moscova y junto a los Jardines de Alejandro.
¿Qué más te falta para partir hacía la ciudad donde la Tierra empieza? Sigue leyendo para descubrir qué ver en Moscú durante 3 días.
Una ciudad donde aún prima un pasado soviético muy latente y por tanto con frecuencia lo turistas no-rusos no son muy bien bienvenidos (especialmente la comunicación en inglés). Hay que armarse un poco de paciencia e intentar preparar tu escapada lo máximo posible para no tener que preguntar demasiado.
El Kremlin y su plaza Roja
El primer día se recomienda visitar una de las partes más fascinantes de la ciudad. El Kremlin, la plaza Roja, los Jardines de Alejandro y el centro comercial más lujoso del país. Todo al lado del río Moscova en el sur y bonito de ver, tanto de día como de noche.
El Kremlin (en ruso, Моско́вский Кремль), es el edificio más emblemático de Moscú y data del siglo XII. Se empezó a construir en madera de roble y fue la fortaleza medieval más grande del mundo. Es el cementerio de los príncipes y zares de Moscú. Además durante la época soviética se ha convertido en un emblema del gobierno ruso.
Puedes entrar al conocido Kremlin (excepto el jueves) por 500₽ y visitar cuatro palacios y catedrales durante unas 4 horas (incluye la visita del museo de la Armería).
Eso si, lo que pasa en el Kremlin, se queda en el Kremlin.
A su vera la imponente Plaza Roja. En ella se concentran el mausoleo de Lenin, con el cuerpo centenario que puedes visitar gratuitamente (solo hay que hacer cola). A su vera la fascinante Catedral de San Basilio, con sus cúpulas asemejando a los turbantes tártaros. Su exterior e interior son bellísimos, dando color a un país marcado por años de comunismo y un clima duro.
En la misma plaza también hay el Museo Estatal de Historia de Rusia y un centro comercial glamuroso llamado Gum, con un bellísimo interior que mezcla arquitectura medieval rusa con estilo victoriano.
Al acabar puedes dirigirte hacía una de las calles más conocidas de Moscú, la calle Tverskaya. Su popularidad se remonta al siglo XVIII. Boutiques, bares y restaurantes y una animada vida nocturna.
Si tu presupuesto te lo permite, uno de los must de qué ver en Moscú es sin duda mirar una obra de ballet en el Teatro Bolshói.
Arte y religión
El día siguiente lo puedes destinar a conocer el arte que gira entorno a la ciudad. De hecho, te darás cuenta que la ciudad está repleta de monumentos, arte urbano, mosaicos comunistas y placas conmemorativas.
La visita de la Galería Estatal Tretiakov es casi obligada. Es la galería de arte ruso más grande del mundo y es una buena manera de empaparte de la historia del país. Abre los martes, miércoles y domingos de 10-18h. Jueves, viernes y sábado de 10-21h. Lunes cerrado. La entrada general cuesta 500₽ (casi 7€) y puedes llegar en metro a través de la estación Tretyakovskaya.
Ya que estas por la zona puedes aprovechar y ver la Iglesia de San Clemente, el templo ortodoxo en honor al Papa San Clemente. Por la zona encontrarás varios sitios para comer y parar un poco.
Después de reposar un poco, tu siguiente destino es dirección río hasta encontrar la Catedral del Cristo Salvador. La iglesia ortodoxa más grande del mundo entero. Andando se tardan unos 15min.
En 1931 el líder soviético Stalin la destruyó con intención de levantar el “Palacio de los Soviets”, que finalmente no se construyó y en los años 90 los cristianos ortodoxos unieron sus ahorros para fundar una nueva iglesia.
Para terminar, si tu bolsillo te lo permite, no dudes en visitar el Bunker-42. Está a 20min si coges el bus 255. Fue construido durante la Guerra Fría. Se organizan diferentes tours temáticos (solo en inglés) con una duración de 2 horas desde 1.800₽ (25€) de 10-20h.
Las Seven Sisters
El último día lo puedes dedicar a ver los Rascacielos de Stalin o popularmente conocidas también como Seven Sisters. Conjunto de 7 edificios que ordenó construir Stalin al finalizar la II Guerra Mundial. Entre 1947 y 1953 se erigieron los rascacielos moscovitas con una peculiar combinación de estilos barroco Naryshkin y gótico.
Coronados por una aguja y decorados con símbolos soviéticos, los rascacielos igual que el Kremlin, no se quedan cortos en cuanto a secretos. Búnkers subterráneos, construcciones realizadas por “disidentes” soviéticos y prisioneros de guerra alemanes, hospedaje de los aparatos de escucha del KGB.
Hay alguno de ellos en pleno centro de la ciudad, como el Ministerio de Asuntos Exteriores de Moscú o los apartamentos Kotelnicheskaya Naberezhnaya.
El resto están más dispersados como el Hotel Ukraina (conocido como Hotel Radisson-Royal), el hotel Leningradskaya, el edificio Kudrinskaya Square, el edificio Administrativo Red Gates y la Universidad Estatal de Moscú un poco más alejada, pero ubicada en una zona tranquila y merecedora de pasear.
De esta forma, puedes echarle un vistazo a la mayoría de estos edificios mediante la extensa red de metro. Es rápido, barato (0,75€), seguro y dispone de 14 líneas interconectadas.
El metro de Moscú
El metro de Moscú es conocido como el «palacio subterráneo». Fue construido en 1935 y 44 de sus estaciones están catalogadas como patrimonio cultural. Repleto de historia y secretos, no solo fue un refugio contra los bombardeos durante las II Guerra Mundial, sino un segundo hogar para los moscovitas.
La estación más profunda del metro es la ‘Parque de la Victoria’, con 84 metros de profundidad, ¡más que el metro de Londres!
En realidad, la Línea Koltsevaya, la circular, es la más famosa porque entre sus estaciones — Komsomólskaya, Novoslobódskaya, Kíevskaya y Tagánskaya — están algunas de las más bellas del mundo.
Hasta aquí mis recomendaciones de qué ver en Moscú durante 3 días, la capital y la entidad federal más poblada de Rusia. La megaciudad más septentrional de la Tierra en el que millones de cosas te quedan por descubrir.
No dudes en consultar mis recomendaciones en cuanto a dudas de vacunas y visado se refiere.
La cocina rusa deriva de una riqueza innumerable de platos. No te pierdas los Pelmeni, Shashlik, y la sopa Borsch.
No olvides este truco para el metro; en la línea circular, la voz que anuncia las paradas es masculina si se viaja en sentido horario y femenina en sentido anti-horario. En el resto, masculina cuando nos acercamos al centro y femenina si nos alejamos.
La calle Arbat (en ruso: У́лица Арба́т) es una calle peatonal repleta de sitios para comer y donde comprar souvenirs de todo tipo.
Si quieres degustar algo en una sorprendente mesa en las alturas de Moscú, White Rabbit es tu restaurante.
Frente a las murallas del Kremlin, y en el Jardín Alexander, es posible contemplar el cambio de la Guardia de Honor de la Tumba del Soldado Desconocido.
Por varios sitios de la ciudad te vas a cruzar con los restaurantes de la cadena rusa Varenichnaya №1.. La calidad/precio es bastante buena, con un decoración a modo de vida ruso de la época soviética.