Región: Europa Occidental
Zona horaria: UTC+00:00
Idioma: inglés
Moneda: Euro (€, EUR)
Visado: No
Enchufe: G
Sentido de circulación: izquierdo
Cuándo ir: Durante todo el año, aunque siendo el invierno los meses más fríos
Cómo llegar: En avión hasta el aeropuerto internacional de Dublín
¿Por qué viajar a Dublín?
Viajar a Dublín es entrar en un mar de contrastes. Una gran ciudad pero no masificada; un pueblo entrañable pero sin ser tedioso ni aburrido; una ciudad moderna y empresarial y a la vez llena de tradiciones, leyendas e historias.
Obviamente no acabes la jornada sin degustar una - o varias - pintas de Guinness o de las múltiples cervezas irlandesas en el Temple Bar. ¡Imposible no repetir!
¿Qué ver en Dublín?
Para comenzar a orientarte por la ciudad y a entender todo lo que representa Dublín lo mejor es coger un mapa tradicional o con nuestros dispositivos móviles. Una opción más cómo es unirte a un tour gratuito.
¿Buscas experimentar lo mejor de la capital de Irlanda? Sigue leyendo para conocer lo imprescindible para hacer y ver al viajar a Dublín.
Explora la historia en el Castillo de Dublín
Epicentro del poder británico durante más de 700 años, el Castillo de Dublín es uno de los edificios más importantes de la historia irlandesa. Permaneció en gran parte intacto hasta abril de 1684, cuando un gran incendio causó daños graves en gran parte del edificio. A pesar del incendio, partes de las estructuras medievales y vikingas sobrevivieron y aún pueden ser visitadas hoy.
Al entrar a los terrenos desde la entrada principal de Dame St, hay un buen ejemplo de la evolución de la arquitectura irlandesa. A su izquierda está la Capilla Real Victoriana, decorada con más de 90 cabezas de varios personajes y santos irlandeses tallados en piedra caliza.
Junto a esto está la Norman Record Tower con sus paredes de 5 m de espesor. Detrás de esta se encuentra los jardines de Dubh Linn con la Biblioteca Chester Beatty y con su falsa fachada de piedra gótica, The Coach House que fue construida en 1833 para albergar al entrenador y los caballos del virrey y ahora es un centro de conferencias.
El castillo fue entregado oficialmente a Michael Collins, en representación del Estado Libre de Irlanda, en 1922.
Ahora está completamente abierto al público. Si estás buscando explorar cómo era Irlanda bajo el dominio imperial, este es el lugar para ti. Un vez visita esta zona ves a probar el que muchos dicen es el mejor fish & chips de Dublín en Leo Burdock’s.
Admira la grandeza de la Catedral de San Patricio
Fue fundada en el año 1191 y lleva el nombre del santo patrón de Irlanda. Es la catedral más grande del país y es una iglesia bellamente diseñada que ha visto muchos eventos históricos en sí misma. La Catedral de San Patricio es la joya de la corona de la ciudad.
Vale la pena admirar el impresionante exterior, y su interior por 8€/entrada, con sus intrincados pisos y paredes de mosaico.
Casa de colores
Las puertas de colores vibrantes de los edificios georgianos se han convertido en un importante símbolo visual de la ciudad de Dublín. Los mejores lugares para buscar auténticas puertas georgianas de Dublín se encuentran en el lado sur del centro de la ciudad. Pero, ¿de dónde surgió la idea y cómo se hizo tan popular?
Hay varias leyendas urbanas sobre por qué los dublineses georgianos de clase alta comenzaron a pintar las puertas de sus hogares con colores vivos y brillantes: una historia es que Moore pintó su puerta para que otro escritor que vivía al otro lado de la calle, Oliver St. John Gogarty, dejaría de confundir la casa de Moore con la suya después de regresar a casa borracho del pub. La otra viene del poeta W.B. Yeats, quien escribió que Moore comenzó la práctica por razones artísticas, consideró que "toda la decoración de su casa requería una puerta verde".
Conoce la famosa zona de Temple Bar
Un viaje a Dublín no es lo mismo sin tomarte varias pintas en el distrito de Temple Bar, aunque primero debes conocer este "barrio bohemio" y uno de los símbolos de la ciudad, la estatua de Molly Malone.
En la década de 1990, esta zona era cutre y descuidada. Hoy en día está lleno de entretenimiento, arte y acción culinaria y es uno de los mejores lugares para escuchar música folclórica irlandesa en vivo.
Debido a su ubicación cerca del río Liffey, el área de Temple Bar fue una vez la costa a lo largo del río. En el siglo XVII, el río estaba amurallado y la tierra pantanosa se convirtió en un área llena de casas ricas. El nombre "Temple Bar" proviene del distrito de Temple en Londres. Irlanda estaba bajo el dominio británico en ese momento.
Se concentran montones de pubs legendarios, entre los que destacamos el homónimo, The Temple Bar, ¡con más de 160 años de historia! Sin dejar de destacar The Porterhouse, el Oliver St. John Gogarty, el Auld Dubliner y el Quays Bar.
Descubre O’Connell Street, una de las calles con más ambiente de Dublín
Aquí hay varios edificios y estatuas emblemáticas, entre las cuales destacan la de Daniel O’Connell, un político que luchó por la independencia de Irlanda, y la de James Joyce, uno de los escritores irlandeses más influyentes de todos los tiempos.
Ahí lo que más destaca es The Spire –la aguja–. Se trata de una altísima escultura de acero inoxidable en forma de cono de 119 metros de altura. Es considerada la escultura más alta del mundo.
Pasea por Grafton Street
Acércate a conocer la Universidad más antigua de Irlanda (y una de las más famosas del mundo): Trinity College.
Visitar su preciosa Biblioteca, donde se encuentra el libro de Kells, un manuscrito que contiene los 4 evangelios y una infinidad de ilustraciones y miniaturas perfectamente conservadas. Es uno de los mejores ejemplos de arte religioso de la Edad Media. Flipa!
Si tienes ganas de shopping (o solo de mirar escaparates), recorre la Grafton Street, una calle peatonal con montones de tiendas, de rebajas y de shows callejeros.
Cruza los múltiples puentes del río Liffey
No dudes en atravesar y conocer los puentes más famosos de la ciudad durante tu viaje a Dublín. Dado que el majestuoso río Liffey atraviesa el centro de la ciudad, no sorprende que cada uno de sus puentes únicos tenga una historia interesante que contar.
Alguno de los más icónicos son Ha’penny Bridge, Samuel Beckett Bridge, Rosie Hackett Bridge, O’Connell Bridge, Millennium y Mellows Bridge.
Hasta aquí mis múltiples argumentos para animarte a viajar a Dublín por libre. Aprovecha para escaparte en una excursión de un día a conocer los Acantilados de Moher, en la región del Parque Nacional del Burren, zona famosa también por sus castillos, cuevas y una rica historia celta y la carismática ciudad de Galway, donde tendrás tiempo para pasear por sus bonitas calles repletas de color y encanto
No dejes de probar uno de los platos irlandeses más deliciosos: el irish stew, un guiso de carne con patatas, cebollas, carotas y hierbas aromáticas. Dicen que el mejor se encuentra en el O’Neill’s Pub.
Experimenta uno de los bares y restaurantes más singulares del mundo. The Church es una cafetería, restaurante y pub dentro de una iglesia.
En las tiendas Carrolls vas a poder encontrar todo tipo de souvenirs.
Visitar la Galería Nacional de Irlanda. Podrás ver obras de grandes pintores como Van Gogh, Rembrandt, Monet y Picasso. ¡La entrada es gratuita!